Con sólo 16 años, Martín de la Puente acaba de conquistar en Valencia su primer Máster Nacional absoluto de tenis en silla de ruedas, tras derrotar en la final al barcelonés Quico Tur, y figura en el número 27 del ránking mundial de este deporte, lo que le otorga muchas posibilidades de participar el los Juegos Paralímpicos de Río 2016.
«Estoy muy contento por este nuevo título, que tengo que agradecérselo a todos los que están haciendo posible este sueño, sobre todo mi familia, mis entrenadores y mis patrocinadores. Me enfrentaba a Quico Tur, con el que ya había ganado y perdido partidos, y éste se decidió en un ‘tie-break’ de diez puntos y cayó de mi lado, pero fue muy igualado», señala el deportista vigués, que llegó al tenis en silla a los 10 años debido a una enfermedad y se ha convertido en uno de los mejores especialistas de España.
«Tengo una enfermedad asociada al crecimiento de los huesos que se llama Síndrome de Proteus. A medida que voy creciendo hay algunos huesos que aleatoriamente crecen más de la cuenta. En un momento dado el pie empezó a crecer y trataron de intervenir varias veces para ver si podían hacerlo más pequeño, pero no fueron capaces y hubo que amputarlo», explica De la Puente sin una pizca de afectación. Porque, a partir de ahí, se abrió un mundo nuevo para él: «Antes de que me operasen jugaba de pie y cuando me amputaron la pierna, mis padres me dijeron que iba a ser más difícil seguir jugando, pero mi entrenador habló con Álvaro Illobre, que es un referente del tenis en silla en Galicia y me invitó a probar. La primera vez que vi la silla pensé que ahí no me quería montar, que yo sabía jugar bien, pero probé y aquí estoy, intentando subir escalones y llegar a lo más alto. Empecé con diez años, en los tres últimos me he dedicado más profesionalmente y creo que ha sido una gran decisión».
Para Martín, el tenis «es una parte muy importante de mi vida. Aparte de los estudios es a lo que más me dedico y me sirve para olvidarme de las cosas, para entretenerme y sobre todo para hacer amigos y pasármelo bien».
Debido a su corta edad, debe compaginar el deporte con los estudios de Primero de Bachillerato, un doble trabajo que asegura que «es lo más difícil. Llegar a las diez de la noche de entrenar y ponerte a estudiar es complicado pero lo estoy compaginando bien y estoy deseando terminarlos ya para dedicarme más fuerte al tenis. Ahora estoy entrenando dos horas de tenis de martes a viernes y una hora de físico».
Por si fuera poco, De la Puente ha empezado a practicar también el baloncesto en silla un día a la semana, en las filas del recién creado Amfiv B.
«Me gustaría jugar también al baloncesto, pero sé que compaginar los dos deportes sería complicado. Si puedo hacer las dos cosas, genial, pero si no, obviamente, estoy más por el tenis que por el básket, apunta Martín, que ya ha tenido tiempo para valorar al filial del Amfiv: «Hay muchos jugadores buenos, pero hay uno en particular, Manuel Lorenzo, que creo que tiene muchísimo futuro. Me encanta entrenar con él y me llama la atención porque es un año menor que yo y es una bestia físicamente. Lo admiro y para mí es un placer entrenar con él».
De momento, el deportista vigués se centra en su carrera como tenista y en la posibilidad de participar el próximo año en los Juegos de Río de Janeiro.
«(En los Paralímpicos) entran los 34 mejores del ránking mundial y yo ahora mismo estoy de 27, pero la lista se cierra el 23 de mayo del año que viene, entonces tengo que mantenerme dentro de esos 34 primeros hasta esa fecha y para ello tengo que conseguir puntos», indica De la Puente, que se muestra optimista: «De momento pinta bastante bien, así que a ver si somos capaces de clasificarnos. Por ahora, a finales de este mes voy a competir a Praga y a principios del próximo enero, a Tarbes, en Francia».
«La primera vez que vi una silla no me quería montar»
