Sin lugar a dudas muchas lesiones en Río 2016 han sido devastadoras. Todos tenemos en la mente esas imágenes del gimnasta francés Samir Aid Said, que al caer del salto del potro sufrió una terrible fractura expuesta de tibia y peroné, o el impacto de la ciclista holandesa Annemiek Van Vleuten al caer de su bicicleta en una curva, golpeando contra el pavimento con fracturas vertebrales, e inconsciente sobre el piso, o la del atleta de halterofilia Andranyk Karapetyan de Armenia al sufrir una terrible luxación del codo al tratar de levantar 195 kg, imágenes impactantes que han detenido por momentos la inercia gloriosa de estos juegos olímpicos, otras más como fracturas de clavícula, luxaciones de codo, fracturas de tobillo, fracturas de nariz, contusiones simples etc…
Sin embargo, los conocedores de estadísticas en Juegos Olímpicos nos dicen que estos números y porcentajes se encuentran dentro de la normalidad, según cifras del COI se llegan a presentar un promedio de 12-14 lesiones por cada 100 atletas, y como dato inmediato en Londres 2012 hubo más de 1,300 atletas que resultaron con alguna lesión, no obstante no todas ocurrieron durante la lucha por las medallas, más del 40% suceden durante el entrenamiento previo a la lucha por el oro.
¿Cuáles son las lesiones más comunes en la justa olímpica de verano? Definitivamente el número uno se lo llevan las lesiones por sobreuso, en donde se genera un estímulo crónico repetido, que condiciona, inflamación tendinosa, lesiones musculares, esguinces de diferentes articulaciones. Los síntomas como dolor e inflamación son una condición muy común en cualquier atleta de alto rendimiento y con lo que llegan a convivir armónicamente día con día.
También existen muchos factores que favorecen o condicionan una lesión como son una inadecuada nutrición e hidratación, descansos inadecuados, así como un mal diagnóstico y por ende un mal tratamiento. Continuar compitiendo a pesar del dolor e incapacidad para desempeñarse en excelencia predispone a una lesión mayor. Por último, la situación de stress que genera la misma competencia puede ocasionar lesiones mucho más severas, debido a que se pierde la capacidad de realizar una ejecución con técnica adecuada, esto sin lugar a dudas culmina muchas veces en una lesión devastadora.
Las lesiones son parte del largo camino hacia la gloria olímpica, y el cuerpo de un atleta solo tiene un límite que lo llega a frenar en este arduo camino hacia la medalla y lo constituyen las lesiones físicas, después el daño psicológico ocasionado por la lesión, solo los grandes atletas vuelven para ser capaces de subirse al podio, alcanzando así la tan anhelada corona de laurel recompensa de los dioses del Olimpo.
Las lesiones más comunes en los atletas olímpicos
