Existe una «gran posibilidad» de que a Rusia se le prohíba competir en los Juegos Paralímpicos por segunda ocasión consecutiva, debido a un escándalo de dopaje auspiciado por el Estado.
El Comité Paralímpico Internacional (CPI) informó el lunes que no está convencido de que Rusia haya adoptado una nueva cultura contra el dopaje, ni de que haya implementado los cambios que se requieren para demostrar que cumplirá con las reglas a tiempo para los Juegos de invierno del año próximo en Pyeonchang, Corea del Sur.
Según el Comité Paralímpico Ruso, se han cumplido 62 de los 67 criterios del plan del CPI para admitir de nuevo a los deportistas del país. Sin embargo, el CPI señaló que si Rusia “no cumple plenamente con sus obligaciones para comienzos de septiembre, existe una gran posibilidad” de que la delegación se ausente de los Paralímpicos invernales en Corea del Sur.
“Esto no es una advertencia definitiva, pero sí queremos decir que el tiempo se agota rápidamente”, indicó el presidente del CPI, Philip Craven. “Con cada día que pasa hay menos tiempo para resolver esto”.
El CPI manifestó que persisten las preocupaciones sobre las llamadas ciudades “cerradas” de Rusia, donde muchos deportistas pueden entrenarse, sin que haya acceso a encargados de realizar análisis antidopaje. Se trata de un asunto bajo control del gobierno y no de la organización paralímpica en Rusia.
“A fin de cuentas, Rusia debe restituir la confianza en el mundo más amplio del deporte”, comentó Craven. “Las autoridades del Comité Paralímpico Ruso necesitan generar confianza en sus acciones y demostrarnos a todos que, de ahora en adelante, lo importante en el deporte será la moral por encima de las medallas y no al revés”.
Rusia ha criticado las exigencias del CPI, y niega que haya existido una operación de dopaje auspiciado desde el gobierno.
“Tales declaraciones son de una naturaleza extremadamente subjetiva y vaga”, recalcó el Comité Paralímpico Ruso. “Y vuelven sumamente difícil discutir un cronograma en términos de fechas y medidas concretas”.
Rusia ha sido suspendida del movimiento paralímpico desde agosto de 2016, previo a los Juegos de verano en Río de Janeiro.
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