En la piscina, en la nieve o sobre dos ruedas, nada se le resiste a Ricardo Ten, que brilla en cualquier disciplina, demostrando ser un deportista todoterreno y polifacético, con un gen competitivo especial en su ADN. Tras 22 años en la élite de la natación (6 medallas en Juegos Paralímpicos y 29 entre Europeos y Mundiales) decidió probar otros deportes. Con el esquí ha sido este año subcampeón de España en la prueba de gigante y con el ciclismo se ha convertido en una de las nuevas referencias del equipo español, tras ganar el campeonato nacional en pista y en carretera y cosechar un bronce en su debut internacional.
Su 5º puesto en los 100 metros braza en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro no convenció al nadador. “Acabé un poco cansado de la natación, los resultados en Brasil me decepcionaron y decidí que esta temporada iba a ser diferente, quería probar nuevos deportes con los que divertirme compitiendo”, confiesa. Eso sí, mantendrá su idilio con la piscina, aunque no al mismo nivel de los últimos años: “No la puedo dejar de lado, es mi gran pasión, pero ya no será mi principal obligación. Me he clasificado para el Mundial de México en octubre y quiero ir sin marcarme ningún objetivo grande”.
En abril ganó en Baqueira Beret (Lleida) una medalla de plata en la prueba de slalom gigante del campeonato de España de esquí alpino. “Es una modalidad en la que ya competí a nivel internacional en 2003-2004, pero por motivos de distancia y por mi lesión no he podido practicarla todo lo que quisiera”, dice. Un par de semanas después se plantó en el velódromo de Tafalla (Navarra) y conquistó tres oros en las pruebas de persecución individual 3 kilómetros, contrarreloj y scratch.”Nunca había probado el ciclismo en pista y me sorprendió mucho porque da una gran sensación de velocidad, me gusta esa adrenalina cuando voy tan rápido, sin frenos y sin cambios. Además, el entrenamiento es muy parecido al de la natación, son ejercicios muy intensos de corta duración”, asegura Ten.
A toda velocidad
El valenciano, que no concibe el deporte sin competir, acudió a finales de mayo al campeonato de España en carretera y volvió a exhibir su potencial, ganando la contrarreloj y la prueba en línea en la categoría MC1. Y este pasado fin de semana se estrenó a lo grande en competición internacional, con una medalla de bronce en la Copa del Mundo de Emmen (Holanda). “No me lo esperaba, aunque tuve un poco de fortuna porque hubo una caída en el pelotón de cabeza y logré salvarla por los pelos. Debut y medalla, no se puede pedir más. Además, fue una carrera complicada porque era la primera vez que competía bajo la lluvia, los frenos no iban bien y se me empañaron las gafas, fui un poco novato (risas). Estaba nervioso, parecía un niño con zapatos nuevos. Aún no me lo creo, he disfrutado como un chiquillo y estoy muy feliz por seguir progresando”, relata el ciclista.
El seleccionador, Félix García Casas, está satisfecho con la irrupción de Ten y confía en contar con él para las próximas competiciones: “Sus resultados están siendo fantásticos, no solo por las medallas, sino por los tiempos esperanzadores. Lo veo motivado y lo está haciendo genial, es un ciclista muy habilidoso, maneja muy bien la bici, no tiene miedo, sabe moverse en el pelotón y tiene un potencial físico. Todo eso hace que tenga nivel para estar peleando por medallas y convertirse en un referente del ciclismo al igual que lo ha sido durante muchos años en la natación”. Ten espera estar en
Ten tiene muchas opciones de formar parte de la selección que acudirá al Mundial de Sudáfrica, que se celebrará a finales de agosto. “Sé que no hay que correr tanto, es algo nuevo que me ilusiona, pero sería un sueño estar en el campeonato del mundo. Empezar en otra disciplina y a las primeras de cambio ir a una competición de ese calibre sería muy importante para dar el paso definitivo y hacer una apuesta más seria y volcarme al 100% en el ciclismo”, añade.
Con la bici derribó su primera barrera
Sobre las dos ruedas ha encontrado un soplo de aire fresco que le está permitiendo recuperar la ilusión necesaria para destacar en un deporte. Precisamente, con una bicicleta superó la primera barrera cuando salió del hospital tras el accidente que sufrió con 8 años. Un cable de alta tensión que rozó con un palo de metal le dejó el 75% de su cuerpo quemado y le amputaron los dos brazos y una pierna. “Siempre pongo de ejemplo en mis conferencias el momento en el que volví a montar en una bici que mi padre y mi hermano me adaptaron, ya que fue como derribar un muro. Cuando tuve el accidente, mi obsesión era saber si sería capaz de volver a subirme a una bicicleta. Ahí me di cuenta de que podía alcanzar cualquier reto que me propusiera, siempre afrontándolos de forma positiva. Y qué casualidad, más de 30 años después estoy compitiendo en ciclismo”, comenta.
Ha participado en 5 Juegos Paralímpicos consecutivos (Atlanta, Sidney, Pekín, Londres y Río de Janeiro) con 3 oros, una plata y 2 bronces, un palmarés de lujo al que podría añadir algún metal más con su nueva disciplina. “Es una posibilidad estar en Tokio 2020, sería un sueño, aunque todavía es muy temprano para pensar en ello. Solo me propongo disfrutar del ciclismo, un mundo que estoy descubriendo, que me apasiona y sólo el tiempo dirá si puedo ir a unos Juegos”, subraya.
Con perseverancia, sacrificio y ganas de superación, ningún obstáculo ha frenado a este deportista sin límites, que este año también piensa en competir en el campeonato de España de triatlón. “Se celebra en Valencia, en mi casa, y me gustaría estar ya que tengo licencia con el Club Avant Moncada. Iré sin expectativas importantes, aunque siempre salgo a competir y a darlo todo. Este año será diferente, soy un loco del deporte, el cual lo entiendo como una forma de vida”, apostilla.
Ricardo Ten, el paralímpico que no conoce límites
