Cuando está afuera de la pista no para de sonreír pero dentro de ella le cambia hasta la cara y es un auténtico depredador. Este domingo su víctima fue el BSR ACE Gran Canaria en un escenario tan importante como es una final de Copa.
Muchos le recordarán porque Terry Bywater participó en el concurso de triples de la Supercopa ACB de 2016.
Se crece bajo presión, con ella a sus espaldas se vuelve un gigante. Lideró a su equipo, el ILUNION, con un recital tras otro. Ha sido MVP en dos de los tres partidos de Copa que han disputado y máximo anotador del torneo.
41 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias, 8 de 9 en triples y 48 puntos de valoración fueron sus cifras sólo de la final. Así se las gasta Terry Bywater. Hay pocos jugadores que marquen tanto la diferencia en la cancha como el pívot británico del ILUNION.»Es una locura anotar 41 puntos, pero sin mis compañeros de equipo no sería nadie», dice con humiladad. No la ha perdido a pesar de ser una de las estrellas internacionales del mundo del baloncesto en silla, no sólo en la Liga española, también con su selección. El capitán de Gran Bretaña, con la que ha ganado tres bronces paralímpicos, tres oros europeos y una plata mundialtuvo un flechazo con el baloncesto cuando tenía 12 años. 
Antes había jugado al fútbol y al golf porque siempre ha sido muy deportista, pero fue probar con la canasta y enamorarse. Hay que recordar que en el baloncesto en silla el tablero está a la misma altura que en el baloncesto a pie.
Sin mis compañeros de equipo no sería nadie»
Su discapacidad -nació sin parte del hueso de la pierna izquierda y con dos años sufrió una amputación tibial- nunca ha sido un impedimento para triunfar.
Nació en Middlesbrough (al norte de Inglaterra) hace 35 años -los cumple este miércoles- pero pronto su talento llamó la atención del seleccionador de Gran Bretaña y con tan solo 16 años disputó sus primeros Juegos Paralímpicos. En Sidney 2000 comenzó a forjar su leyenda. En total ha disputado cinco citas paralímpicas.Llegó al ILUNION, entonces Fundosa ONCE, en 2008 y estuvo en el equipo madrileño hasta 2010. Durante esa etapa ya saboreó las mieles del éxito conquistando la Liga y la Copa. En su segunda etapa en él, suma título tras título: dos Copas de Europa, cinco Ligas y seis Copas del Rey con la de hoy. Pero sigue queriendo más. No se cansa de ganar. Es ambicioso y competitivo por naturaleza. También es un forofo del fútbol. Se declara fan del Middlesbrough pero también del Real Madrid, tanto de fútbol como de baloncesto. Si puede, no se pierde un partido junto a su hijo Benjamin.
Precisamente este domingo recogía el trofeo al máximo anotador del torneo con el pequeño sentado sobre sus piernas. Lo hace siempre. Para él y para su mujer Jodie van dedicados todos sus triunfos. Y espera seguir dedicándoles muchos más porque Bywater ya espera a su siguiente presa.
Un británico anota 41 puntos en partido de baloncesto sobre sillas de ruedas
