Aimee Mullins nació con un padecimiento llamado “Hemimelia peronea” que le hizo perder ambas piernas cuando sólo tenía un año de edad. Sin embargo, en conjunto a otras mujeres que usan prótesis, llama a re dirigir el discurso sobre la discapacidad y dejar que la atención caiga sobre las oportunidades que pueden presentarse si se trabaja en el diseño de prótesis inteligentes.
Mullins fue becada en la universidad por sus habilidades deportivas en softball y participó en las Olimpiadas Paralímpicas en la categoría velocidad y salto.
Si bien se retiró de las competencias en 1998, continuó trabajando como embajadora del evento desde 2007 a 2009.
Sin embargo, el principal objetivo de Mullins es motivar a otros para no limitarse ante su condición y que los científicos diseñen prótesis no sólo para devolver movilidad, sino también para poder desarrollar capacidades nunca antes vistas en el cuerpo humano.
“Mis primeras prótesis fueron diseñadas siguiendo el patrón de las gacelas, y así alcancé velocidades que me permitieron competir al nivel de cualquier otro deportista normal”, señaló Mullins en una charla auspiciada por TED, organización que impulsa la tecnología, el entretenimiento y el diseño.
“Invité a una decena de niños a ver mis doce pares de piernas. Al principio se sentían intimidados por que desde corta edad les enseñan que las personas con discapacidad deben ser vistas con respeto e incluso varios intentaban apartar la vista de mis prótesis”, expresó Mullins.
“Los niños se sintieron cómodos cuando les pregunté qué tipo de piernas debía usar para la próxima oportunidad. Varios respondieron que debía usar prótesis de canguro, ranas o de algún dibujo animado con el cual no estoy familiarizada”, añadió.
“En ese momento los niños dejaron de ver a alguien como una persona diferente. Hay que tomar en cuenta su creatividad para convertir a alguien “lisiado” en un potencial superhéroe” finalizó la también actriz de 35 años.
Como anécdota, en el marco de esta presentación Aimee contó que entre sus pares de doce prótesis se encuentran unas botas especiales de madera diseñadas por Alexander McQueen y que usó en un desfile de modas. Nadie sospechó de su condición. Mujeres al mando.
Luego de ser diagnosticada con menigitis neisseria a los 19 años, Amy Purdy perdió ambas piernas, sus riñones e incluso su bazo.
Sin embargo, al año del acontecimiento que pudo dejarla postrada de por vida, finalizó tercera en un campeonato de Snowboarding convirtiéndose en una de las más destacadas atletas paralímpicas. Su rentabilidad es tanta que mantiene contratos millonarios para ser rostro de marcas como Toyota, Kelloggs y Element por nombrar algunas.
Otra exponente de mujeres que se han convertido en grandes deportistas a pesar de su discapacidad es Sarah Reinertsen, que ganó prominencia luego de hacer historia tras completar el triatlón de alta intensidad llamo Iron Man en Hawaii.
Su pierna fue amputada a los siete años debido a una complicación de nacimiento, sin embargo, al igual que sus predecesoras, comenzó a participar en competencias de atletismo a la edad de 13 años.
Reinertsen también trabaja como periodista y ha escrito varios libros motivando a la gente para que no se intimide con su propia condición.
Respecto a la cantidad de piernas que posee Aimee Mullins, donde en su mayoría son de uso estético, la también ex analista de seguridad del Pentágono bromeó sobre el poder ajustar su altura todos los días.
“Una amiga alegó que no era justo. No era justo que yo pudiese añadir centímetros o quitarlos a mi estatura cuando me plazca” finalizó entre risas dentro del auditorio de unas de las tantas conferencias que ha realizado durante el año.
Aimee Mullins, la mujer con 12 pares de piernas
