Acostado en una camilla a pocos pies de distancia del quirófano en el Centro Médico, la ansiedad parecía arropar al joven Gabriel García.
“Es la primera vez que me van a operar”, dice Gabriel para explicar el nerviosismo que refleja en la sala de espera.
Gabriel aguardaba su turno para ser sometido a una operación con el objetivo de reconstruirle el ligamento colateral medial del codo izquierdo. Este tipo de cirugía es conocida como ‘Tommy John’ en referencia al exlanzador de los Dodgers de Los Ángeles en las Grandes Ligas.
En el 1974, John sufrió una lesión en el ligamento del codo y el médico del equipo, Frank Jobe, le sugirió reemplazarle el ligamento dañado por un tendón del antebrazo. John fue operado con éxito. Cumplió con una rehabilitación de 18 meses y retornó al montículo. Lanzó hasta el 1989 en el mejor béisbol del mundo. Por tal razón, este tipo de operación lleva su nombre.
Gabriel, de 17 años, comenzó a sentir molestias en el codo a principios de este año. Es estudiante de cuarto año de la International Baseball Academy de Ceiba y lanzador del equipo FTB de Cidra en la Liga Palomino.
Inicialmente, Gabriel visitó al fisioterapista José Cruz para que evaluara su condición. Comenzó un programa de rehabilitación y estuvo descansando un mes antes de volver a lanzar. Las molestias continuaron y, posteriormente, fue sometido a un examen de resonancia magnética (MRI). El estudio relevó daños en el ligamento del codo. Llegó la mala noticia para Gabriel. Tenía que operarse y estar alejado del montículo por un año. Fue un momento difícil para él y su familia.
“Me sentí frustrado”, admite Gabriel minutos antes de entrar a la sala de operaciones. “Estoy en mi último año de escuela superior y ya tenía todo preparado para irme a Estados Unidos”.
“Tenía una beca en una universidad en Indiana”, interrumpe su progenitora Jessica Rosado. “Estaba todo listo y surgió esto. Está todo detenido por el momento”, agrega Jessica con temor en la sala de espera.
Gabriel practica el béisbol desde la niñez. Empezó jugando en la liga ‘Pampers’ y es lanzador desde los 10 años. Es natural de Trujillo Alto y se desarrolló en la liga de Fairview. “El béisbol es lo que me apasiona”, añade García.
Personal médico llega al área de espera para trasladar a Gabriel al quirófano a las 9:50 a.m. Jessica le da la bendición antes de despedirse con un beso. Gabriel entra al quirófano para ser atendido, primeramente, por el anestesiólogo.
El reconocido ortopeda Francisco López estará a cargo de la operación. Tiene 15 años de práctica en la Isla. Dice que es muy común este tipo de cirugía en lanzadores jóvenes. “Hace poco operé a un chico de 15 años. Es el más jóven que he operado”, precisa López al agregar que la mayoría de los daños en los ligamentos están relacionados a la sobrecarga de trabajo y a la pobre mécanica de los jóvenes a la hora de lanzar.
“Esta operación es extremadamente común en lugares donde el béisbol se juega todo el año. Los muchachos lanzan todo el año y los músculos se fatigan y dejan de proteger el ligamento. La carga de trabajo pasa al ligamento que no está diseñado para soportar tanta carga y entonces se va dañando. También hay daños en el ligamento por los problemas en la mecánica del tiro. Hay movimientos que van causando problemas en el codo”, explica López.
Muchos casos
Al año, según López, puede realizar alrededor de 10 cirugías de este tipo. El fisioterapista Cruz, en tanto, dijo que ha atendido más de 20 casos en el último año en una muestra del aumento significativo de las lesiones serias de codo. En el caso de Gabriel, la pobre mecánica -que es la técnica que emplea un lanzador para realizar sus envíos al plato- fue la causa principal para la lesión en el codo, dijo Cruz.
Mientras en el quirófano, Gabriel recibió la anestesia general y ya duerme. Y a las 10:30 a.m. inicia la cirugía.
El primer procedimiento es extraerle un tendón del área del antebrazo izquierdo. “Es un tendón que no tiene una función primaria”, explica el ortopeda mientras hace un pequeño corte en la piel para extraer el tendón que utilizará para reemplazar el ligamento del codo. El pedazo de tendón va a una mesa para ser limpiado y preparado.
López entonces procede con otra incisión, esta vez, en el área del codo para insertar el tendón. Evalúa cuál es el daño del ligamento antes de continuar con el proceso.
“Aquí, vemos que las fibras del ligamento no son normales. Eso explica el dolor cuando él lanza. Se supone que internamente no haya un espacio en esta área del ligamento cuando él haga el movimiento de lanzar. Y aquí vemos ese espacio”, explica López.
Acto seguido, un ayudante de López le entrega un pequeño taladro para hacer dos agujeros en un hueso para pasar el tendón. El tendón está amarrado en ambos extremos con un hilo. Y luego el tendón pasará por los agujeros –como si fueran túneles. López hace un tercer agujero en otro hueso para darle tensión al tendón. “Es bien importante la tensión en el nuevo tendón. Hay que amarrarlo muy bien”, dice López.
Esta es la última parte del procedimiento. El reloj marca las 11:40 a.m. El ayudante de López procederá en coser la herida. Y ahí en el codo quedará marcada una cicatriz que le dirá a todos que una operación de ‘Tommy John’ fue completada.
Las posibilidades de que Gabriel regrese al montículo son elevadas, señala López. “El 90% de los lanzadores que se someten a esta operación vuelven a lanzar sin problemas. Y hay casos que vuelven lanzando con mayor velocidad. Este nuevo tendón, con el tiempo, se va transformando en el ligamento”.
La rehabilitación aproximada es de 12 meses. Y Gabriel trabajará la recuperación con el fisioterapista Cruz, quien recientemente laboró en la rehabilitación de una ‘Tommy John’ con el receptor de los Medias Rojas de Boston, Christian Vázquez.
Ya son las 12:00 p.m. y Gabriel sale del quirófano con un vendaje en el brazo y durmiendo. Mientras, su madre Jessica ya fue informada sobre lo acontecido en la operación. Luce más calmada y preparada para comenzar el otro juego; el de la rehabilitación por espacio de un año.
La cirugía Tommy John, epidemia en jóvenes puerorriqueños
